Adriana Martínez Sans: «La aportación de Aita Menni ha sido indispensable para gestar, mejorar y definir Gizakude»

Este modelo de gestión nace para contribuir a mejorar la vida de las personas trasladando su centralidad desde la misión hasta la gestión. Según esta experta en tecnología social, muchas de las iniciativas que lleva a cabo Aita Menni ya concretan la propuesta que Gizakude apuntaba desde una mirada teórica.
Una de las reuniones de Gizakude

¿Cuáles deben ser los resultados de nuestra actividad sobre las personas usuarias? ¿Los valores que tenemos como organización se llevan a la práctica en toda su dimensión? No solo con pacientes y personas usuarias sino también con familias, proveedores, trabajadores, instituciones públicas, voluntariado… ¿Las familias pueden estar participando en los programas de atención? ¿Se tiene en cuenta la opinión de las personas voluntarias a la hora de articular los programas de voluntariado? Dar respuestas afirmativas a preguntas como estas es lo que pretende el modelo de gestión Gizakude para organizaciones humanistas: trasladar la centralidad de la persona desde la Misión hasta el corazón del sistema de gestión, y extenderla a todos los ámbitos.

Impulsado desde la Asociación para la Promoción de la Tecnología Social (APTES), Gizakude cuenta como promotores a Emaus Fundación Social, Zorroaga Fundazioa, AFAGI (Asociación de familiares, amigos y personas con Alzheimer de Gipuzkoa) y al propio Hospital Aita Menni. Aita Menni colabora desde 2019 en la definición del modelo Gizakude y ha contribuido en todas las fases de esta iniciativa: desde la conceptualización de la primera versión del modelo a los debates asociados a ella para su mejora, hasta el contraste del modelo y su propuesta tal como hoy la conocemos.

Conexiones, conceptos y métodos transformadores

«Gizakude quiere facilitar que la persona sea el centro del modelo de gestión, algo que ya se está consiguiendo con el modelo de atención”, subraya Adriana Martínez Sans, coordinadora en APTES. Las personas y organizaciones que conforman APTES, entre las que se encuentra también Aita Menni, “quieren contribuir con Gizakude a mejorar la vida de las personas, apoyando a y junto a las organizaciones con intereses humanistas, mediante el desarrollo de conexiones, conceptos y métodos transformadores, en clave de innovación tecnológica y social. Quienes promovemos este modelo de gestión lo hacemos desde la inquietud de no conformarnos; porque la gestión de la institución humanista ha de estar también centrada en la persona”, explica.

La Misión de Hermanas Hospitalarias Aita Menni va dirigida hacia el cuidado y la rehabilitación de las personas con enfermedad mental y discapacidad. Tal y como reza nuestra “Misión, visión y valores, «la persona que sufre es el centro de nuestra misión y a ella se dedican todos los recursos de la institución”. Por otro lado, trabajamos de acuerdo a nuestro Modelo de atención centrado en la persona.

Tras una primera fase teórica, Gizakude empezó en septiembre de 2020 a contrastar su propuesta con distintas entidades. Al hacerlo en nuestra organización la sorpresa fue muy grata, «ya que los valores en la atención se trabajan de manera muy ‘orgánica’, algo que nace del entender su Misión como organización, que es tremendamente humanista. Gizakude propugna la inclusión del pensamiento humanista en la organización, algo que Aita Menni tiene como ADN fundacional y en el que es esencial el liderato de las Hermanas Hospitalarias. Contrastar Gizakude en Aita Menni ha sido un impulso para validar la iniciativa, en tanto que se ha observado que muchas de las cosas que hace la organización confirman y concretan una propuesta que se hacía desde una mirada teórica. La aportación de Aita Menni ha sido indispensable para gestar, mejorar y definir Gizakude», remacha Adriana Martínez.

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Preguntas para 5 dimensiones

Gizakude propone las 5 dimensiones que ese observan en la infografía, de las cuales 3 son singulares: la persona acompañada, el ecosistema de acompañamiento (familia, profesionales, comunidad) y los valores. «El contraste en Aita Menni fue un ejercicio fantástico ya que, aun sin ponerles los mismos nombres o el mismo orden, pudimos constatar que ya se viene trabajando en estas dimensiones, de manera natural y humana«, declara Adriana Martínez tras las sesiones y tras observar, que su ejemplo puede servir para que otras muchas organizaciones sigan por este camino ya conocido para Aita Menni.

Un ejemplo de ello es la manera en la que se vienen trabajando los valores dentro de Aita Menni y cómo se realizan sesiones de trabajo alrededor de estos valores. Algo que muestra una organización coherente en relación al humanismo. En el otro extremo, podemos encontrar organizaciones incoherentes en relación al humanismo, ya que, si bien en su misión incluyen valores humanistas, a la hora de la gestión y de la atención, los procesos o los activos se “comen” al humanismo.

Adriana Martínez Sans: "La aportación de Aita Menni ha sido indispensable para gestar, mejorar y definir Gizakude"

Según esta experta en tecnología social, hay muchas organizaciones, Aita Menni incluida, que tienen un buen recorrido hecho con modelos de gestión probados y reconocidos. «Por lo tanto no se propone saltar de un modelo ya implantado a Gizakude. Pero sí proponemos plantear un despliegue que sirva para humanizar el pensamiento en los niveles institucional, organizativo y operativo. Por eso, en sus sesiones de contraste Gizakude lanza algunas preguntas, con el objetivo de provocar una reflexión interna en la forma de pensar, para avanzar gradualmente en los cambios en la forma de trabajar. Y para ello se plantea trabajar en sesiones de ‘conversaciones para la gestión humanista’ que busquen, si no la tienen, la forma de dar la respuesta afirmativa a las preguntas inspiradoras de las tres dimensiones singulares de gestión (Persona, ECA y Valores). Estas sesiones son el primer paso para iniciar la reforma del pensamiento y la decisión de actuar a estos tres niveles. Sin ellas no conviene abordar el despliegue de las otras dimensiones (procesos y activos), o movilizar a las personas en los niveles organizacionales y operativos.

¿La organización tiene identificados los componentes clave de la dimensión? ¿La organización mide el valor o impacto que causa en estos componentes? ¿La organización toma acciones para mejorar sistemáticamente el valor o impacto que causa en estos componentes? “Estas preguntas inspiradoras han de procurar respuestas que cada organización debe traducir en sus propias acciones e indicadores, que irán creciendo en alcance y penetrando el resto de dimensiones de la gestión de la organización –aclara Adriana Martínez Sans-. Las conversaciones para la gestión humanista deben ayudar a conseguir la respuesta de partida de manera crítica, y a establecer los objetivos que permitan dar un sí a través de la capacitación y el acompañamiento”. Las preguntas son una de nuestras mejores herramientas. Se trata de ver si, como propone Gizakude, «anteponemos la calidad de vida de la persona acompañada (misión), y por tanto sus derechos (valores), tan claves para la calidad de vida, ante por ejemplo, circunstancias organizativas que la merman«, recuerda la técnica de APTES.

Adriana Martínez Sans: "La aportación de Aita Menni ha sido indispensable para gestar, mejorar y definir Gizakude"

Gizakude no es un Sistema de Gestión, es decir, no proporciona indicadores concretos de gestión ni ratios de medición, que serán el fruto de la reflexión organizada en base a Gizakude de cada entidad.

Gizakude se ha desarrollado con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, concretamente a través de la línea de ayudas Etorkizuna Eraikiz-Gipuzkoa Taldean.