Daño cerebral

Celebramos con ATECE Gipuzkoa el Día del Daño Cerebral 2023 en Donostia

El Centro de Daño Cerebral Aita Menni de Zuatzu conmemoró el Día del Daño Cerebral Adquirido nuevamente junto con ATECE Gipuzkoa. Por la mañana participamos en la mesa informativa, hasta la que se acercó la diputada general, Eider Mendoza; por la tarde, disfrutamos de la magnífica actuación en la iglesia de San Vicente del coro Eresmin Abesbatza.
Un grupo de personas, algunas en silla de ruedas, delante de los integrantes del coro Eresmin, con el retablo de la iglesia de San Vicente detrás de ellos

Como cada 26 de octubre, Hermanas Hospitalarias Aita Menni celebró el Día del Daño Cerebral acompañando y mostrando su apoyo a las personas afectadas y sus familias. A pesar de la lluvia, las personas usuarias del Centro de Día de Daño Cerebral Aita Menni de Zuatzu se trasladaron a la mesa informativa de ATECE Gipuzkoa en Donostia-San Sebastián donde repartieron folletos y explicaron la realidad que rodea al daño cerebral para concienciar a la sociedad. Este año, en la línea marcada por la Federación Española de Daño Cerebral, FEDACE, se destacó la necesidad de hacer visible lo invisible, es decir, de mostrar que el DCA puede tener muchas secuelas, y que no todas quedan de manifiesto a primera vista. La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, se acercó hasta la plaza Gipuzkoa para arroparnos y desde aquí queremos darle las gracias.

Un grupo de personas, algunas de ellas en silla de ruedas, delante de una mesa informativa de Atece en la Plaza de Gipuzkoa de San Sebastián
La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza (delante del cartel de ATECE) con personas con daño cerebral y familiares en la Plaza de Gipuzkoa de San Sebastián.

Otro de nuestros centros, el Centro de Día de Daño Cerebral de Arrasate-Mondragón, que ha estrenado hace unos meses nueva ubicación en el barrio de Musakola, celebró un campeonato de boccia en el barrio para dar a conocer la realidad de quienes viven con daño cerebral adquirido y el deporte adaptado.

Concierto y lectura del manifiesto

Por la tarde, junto con el director de Hermanas Hospitalarias Aita Menni, Mikel Tellaeche, el director asistencial, José Luis Girón, y la coordinadora del Área de Daño CerebralOlatz Uriarte, nos reunimos en la iglesia San Vicente en torno a un concierto coral. El coro de voces mixtas Eresmin Abesbatza nos ofreció una brillante actuación. El programa incluyó obras de MozartGounodSaint SaënsAita DonostiaRiezuBusto y Lesbordes. Durante la velada hubo tiempo para que José Manuel Amador, presidente de ATECE Gipuzkoa, leyera el manifiesto de este año por el Día del Daño Cerebral.

Esta formación musical —dirigida hoy por JaimeTejadas— fue fundada en 1995 por la soprano Nekane Lasarte. En su extensa trayectoria ha cantado en innumerables conciertos y festivales, entre ellos el concierto ofrecido en el año 2020 en la catedral de Burgos.

Hoy en día hay dos aspectos importantes que caracterizan al coro Eresmin: uno es su vertiente social, que se va desarrollando mediante conciertos solidarios, cuyo objetivo es recaudar fondos para ayudar a los campamentos de refugiados a través de la ONG Zaporeak; y, el otro, es su vertiente cultural, abierta a otros pueblos y culturas, con el canto y la música como embajadores de la amistad y solidaridad entre las gentes. La coral tiene la suerte de contar con la colaboración del organista Periko Alkain. Queremos darles las gracias también por su apoyo y por la brillante actuación que nos ofrecieron.

El daño cerebral adquirido en el País Vasco

Alrededor de 20.000 personas en el País Vasco han sufrido un daño cerebral adquirido. La forma más común de daño cerebral adquirido son los ictus y el traumatismo craneoencefálico (TCE), cuya principal causa, a su vez, son los accidentes de tráfico, aunque también los laborales y deportivos.  Las secuelas de un daño cerebral son múltiples y, dependiendo de la gravedad y de la zona afectada, se manifiestan en trastornos de la movilidad, problemas de comunicación, déficits cognitivos y alteraciones emocionales y de la conducta. Esta combinación de secuelas imposibilita la realización de alguna actividad básica de la vida diaria en un 60% de los casos y supone discapacidad severa en un 45%.

Esta información, en los medios:

El Diario Vasco