Participamos en los Encuentros de Pastoral de la Salud de la Diócesis de Bilbao

El responsable de Pastoral y Solidaridad de Aita Menni ofreció una charla en Durango con motivo de la Jornada Mundial de las Personas Enfermas.
Un momento de la charla impartida por Egoitz Zabala en Durango. Foto: Diócesis de BilbaoFoto: Diócesis de Bilbao
Un momento de la charla impartida por Egoitz Zabala en Durango. Foto: Diócesis de Bilbao

La Diócesis de Bilbao organizó diversos actos en distintas localidades en torno a la Jornada Mundial de las Personas Enfermas, que celebra la Iglesia el 11 de febrero, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes. El responsable de Pastoral y Solidaridad de Aita Menni, Egoitz Zabala, participó el sábado, día 12, en uno de estos encuentros, concretamente en el que tuvo lugar en Durango.

Un grupo compuesto de cuarenta personas voluntarias de diferentes ámbitos, de la Unidad Pastoral (UP) Tabira, acudió a la sesión impartida por Egoitz Zabala, quien subrayó que “las personas enfermas están en el centro del pueblo de Dios”, tal y como recoge el mensaje del Papa Francisco para la Jornada este año 2023. La sesión fue valorada muy positivamente por las personas que asistieron.

El mensaje de Jesús en el mundo de la salud y la enfermedad protagonizó la eucaristía que con motivo de ese día presidió en la catedral de Bilbao Mons. Joseba Segura. El obispo tuvo palabras para todas y todos los profesionales de la salud que han elegido trabajar por la vida. “Son personas –dijo– que, a veces, no reciben tanta formación en otros aspectos de lo que significaría una atención y un cuidado integral a los enfermos, pero muchos de ellos en el trato diario con la enfermedad ganan en humanidad y entienden nuevas dimensiones del ser humano y así van enriqueciéndose y respondiendo también a lo que son las necesidades de las personas enfermas que tienen que ver sobre todo, con la esperanza, la expectativa de curación de la enfermedad. Que también necesitan una cercanía, una escucha y un acompañamiento, que cada vez se está valorando y cuidando más. Por eso doy gracias a Dios por todo ese trabajo de los profesionales”.

El prelado concluyó agradeciendo a quienes encuentran tiempo y tienen sensibilidad para cumplir con el mandato evangélico de visitar, de acompañar a las personas enfermas.