Persona mayor

Visitamos «El salón de mi casa», el primer «cat café» de Euskadi

Un pequeño grupo de residentes de Txurdinagabarri visitamos el pasado día 23 «El salón de mi casa», un bonito café en el que, además de tomar algo, puedes relajarte acariciando gatos y jugando con ellos.
Una de nuestras residentes, jugueteando con un nuevo amigo de "El salón de mi casa"
Una de nuestras residentes, jugueteando con un nuevo amigo de «El salón de mi casa».

La terapia asistida con animales hace ya tiempo que se utiliza en residencias y centros de personas mayores, y con otros colectivos. El contacto con los animales tiene una influencia positiva, reduce el estrés, aporta alegría, mejora el control de los impulsos y fomenta la socialización, y se usa mucho con personas con deterioro cognitivo.

Lo que hacen en «El salón de mi casa» no es exactamente terapia con animales, pero quienes visitan este peculiar café de la calle del Cristo, en Bilbao, no pueden evitar salir de allí con una sonrisa en la cara, una gran alegría y mucho más relajados. El local, el primer cat café de Euskadi, tiene como inquilinos a media docena de gatos, muy jovencitos, que deambulan de un lado para el otro, se echan largas siestas y se dejan acariciar por los clientes.

Son cachorros de gatos callejeros, también conocidos como «ferales», que han nacido en la calle y que, tras ser rescatados y pasar un periodo de tiempo en acogida en un hogar provisional, esperan ahora a ser adoptados mientras se acostumbran a una vida menos peligrosa que la que tenían en la calle.

En la Residencia de mayores Txurdinagabarri nos enteramos de la existencia de este cat café y de que estaban abiertos a colaborar con hospitales, centros de salud y asociaciones de todo tipo ofreciendo su local y compartiendo el efecto beneficioso de la interacción con los gatos, y no nos lo pensamos dos veces. El pasado día 23, con un pequeño grupo de residentes, nos desplazamos hasta el Arenal bilbaíno y pasamos un rato genial tomando algo y jugando con los gatetes. Eso sí, cuando a ellos les apetecía, que son muy suyos.