Daño cerebral

Utilizamos robots en la rehabilitación del brazo y la mano tras un ictus

Rehabilitación del ictus

En las Unidades de Daño Cerebral de la Red Menni utilizamos sistemas robóticos en los programas de rehabilitación de manos y brazos pléjicos. Expertos del Hospital Aita Menni explicaron en el 52 Congreso de SERMEF por qué usan precisamente estos robots y compartieron su experiencia trabajando con ellos con los asistentes.

Si no se trata una extremidad, ésta no va a evolucionar, y la robótica es una herramienta más dentro de los programas de rehabilitación del ictus”, afirma el doctor Juan Ignacio Marín, especialista en Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Aita Menni. Los servicios de rehabilitación del daño cerebral han de seguir evolucionando. Cuatro años después de haber sufrido un ictus, sólo el 4% de los pacientes están satisfechos con la funcionalidad de su miembro superior, añade.

Tras sufrir un ictus, entre un 75 y 85% de las personas tienen dificultad para mover la extremidad superior. A los seis meses del ACV, el 65% de ellas continúan teniendo esa dificultad y, dentro de este grupo, dos terceras partes están muy afectadas o moderadamente afectadas. Estudios relativamente recientes (de 1994 y 2003) apuntan que al final de la rehabilitación sólo el 10% de las personas severamente afectadas (alrededor de un 40% del total) tienen posibilidades de alcanzar un buen resultado funcional. La etiología no ha cambiado y sigue siendo verdad -continúa Marín- que presentar una parálisis inicial tras un ictus reduce a una cuarta parte las posibilidades de recuperación.

Ictus y extremidad superior 

A la gran incidencia de la paresia se une este pronóstico incierto y otra dificultad: la rehabilitación de la extremidad superior es mucho más lenta que la recuperación de la marcha o la rehabilitación de la extremidad inferior. Frente a estas dificultades de las extremidades superiores, el 75-80% de los pacientes que han sufrido un ictus consiguen caminar de alguna manera. Esta diferencia se debe a varias razones:

–          El 75% de los ictus se producen en territorio carotídeo; la lesión afecta con frecuencia a la arteria cerebral media.

–          La estructura cerebral necesaria para mover la mano, así como para articular palabras, es mucho mayor que la necesaria para mover, por ejemplo, la pierna.

–          El número de estimulaciones espontáneas que recibe la extremidad inferior afectada es superior, ya que para andar son necesarias ambas piernas. No sucede lo mismo con manos y brazos.

–          Son más frecuentes los síndromes dolorosos en las extremidades superiores. Y las partes que duelen no se mueven.

Taller robótica SERMEF

La rehabilitación en la Red Menni 

El doctor Marín y la terapeuta ocupacional Marta García hablaron del trabajo que desempeñan en la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni en Mondragón y desarrollaron un taller práctico sobre la utilización robótica en la rehabilitación de la extremidad superior. Si bien cualquier estimulación somatosensorial puede ser beneficiosa en rehabilitación, el doctor Juan I. Marín expuso las claves que han llevado a la Red Menni a escoger unos sistemas y no otros. Así, los participantes en el 52 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física pudieron observar cómo se trabaja con los pacientes en nuestros centros con estos tres robots:

–          Amadeo®: es el único sistema mecatrónico para la rehabilitación de la mano y el brazo que ofrece la posibilidad de trabajar específicamente con cada uno de los dedos. Puede ser utilizado tanto por pacientes severamente afectados como por pacientes con un alto grado de funcionalidad.

–          Pablo®: mide la fuerza en todas las formas de agarre, como el agarre cilíndrico y el agarre de pinza. El dispositivo también mide el rango de movimiento del brazo así como la extensión y flexión de la muñeca o cualquier articulación.

–          Handtutor®: guante sensorizado que permite trabajar por separado con cada uno de los dedos. Al no tener motores sólo puede ser utilizado por pacientes que han avanzado un poco en la funcionalidad de la mano.

Ejercicios más eficientes y atractivos 

El 85% de las personas que han sufrido un ictus tienen afectación – déficit motor y/o sensitivo- del miembro superior. Tres meses más tarde, persisten esos déficits entre un 55 y un 75% de los casos. Pasado ese tiempo, sólo un 10% de los pacientes más severos recuperan su estado funcional. Según el doctor Marín, la neurorehabilitación de la extremidad superior parética con ayuda de robots es más eficiente. Por extensión, la utilización de sistemas robóticos hace que un servicio de rehabilitación del ictus sea más eficiente, ya que da la oportunidad de recuperarse a un porcentaje mayor de pacientes.

El feedback facilita mayor número de repeticiones. Los tres sistemas descritos interactúan con el usuario mediante juegos de realidad virtual para hacer los ejercicios del brazo y la mano más motivantes; mantienen el rango articular, la flexibilidad de los tejidos y reducen la resistencia al movimiento pasivo. Con pacientes con cierta funcionalidad, estos dispositivos pueden hasta ofrecer resistencia al movimiento y contribuir a entrenar en la recuperación de fuerza de forma controlada. Puede afirmarse que el entrenamiento sensorimotor con los sistemas robóticos mejora los resultados funcionales y los resultados de funcionamiento de la extremidad superior, y contribuye a la disminución del dolor, según el doctor Marín. Del mismo modo, este entrenamiento mejora la fuerza y el desempeño de las actividades básicas de la vida diaria, para las que se necesita presionar, alcanzar, agarrar…

Pablo® y Amadeo® pertenecen a la firma austriaca Tyromotion, que cedió y trasladó sus sistemas hasta la sede del congreso de SERMEF, al igual que MediTouch, la compañía israelí que fabrica Handtutor®.